Los padres, al decidir la separación, se plantean preocupados el efecto que puede el divorcio en los hijos e hijas. Junto a ello, el miedo de poder mantener las relaciones como papá y mamá a pesar de vivir en otra casa o verse menos durante la semana, tiende a aumentar la tensión con la expareja y dificulta poder tomar decisiones oportunas con claridad. |
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